Ileana Andrea Gómez Gavinoser

jueves, 12 de agosto de 2010

EL PLANTÓN (cuento de Francisco Pelegrin, copyright)




—¡Carajo!, empecé a levantar presión. Ya estoy hablando solo, el mozo me está junando. Me puse bastante chivo; no es para menos, media hora de plantón en la mesa déste bar. (Serenándose) Pero vale la pena, la mina que espero es un lujo; abogada, joven, rubia, alta, simpática, elegante; por si fuera poco es un budín y asimismo parece que está bien forrada. La conocí en la gomería cuando vino a darle aire a las gomas del Mercedes que maneja. Seguro que me la impresioné cuando no quise agarrarle propina. Tenía la radio prendida con una musiquita muy linda; le batí que no la conocía y me dijo que era el Claro no se cuanto de Ventobe, o algo así. Esta es nuestra primera cita. Soy sotipe, medio groncho, pelo duro. ¡Qué envidia me van a tener en el barrio! Les viá tapar la boca a los que dicen que soy fulero y me llaman salamín. Se que soy tímido; que no tengo labia y mi pilcha es bastante rasqueta, pero es limpia y no tiene la baranda del mameluco que uso pá laburar. Nunca había oído a Ventove porque solo escucho cumbias; cultura no tengo y ortiban que soy medio analfabestia.
Una hora después. —Esta cosifai, ¿habrá tomado mi invitación en serio o me habrá agarrao pal churrete? ¿No habrá aceptado por joda? ¿Vendrá?

2 comentarios:

  1. El plantón, es un cuento breve que me gustó. Con un final abierto. El mecánico nunca sabrá si la abogada no concurrió por problemas laborales o personales, por falta de interés, por diferencias sociales. En la vida suele haber muchos plantones, quizás si uno se permitiese saltar algunas barreras se daría lugar a encuentros que podrían modificar nuestra existencia ¿para bien? esa siempre será la duda.

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  2. Jajaja, es cierto mi linda amiga Perla, nadie sabrá que fué lo que paso, está muy interante el cuento me agradó, besitos hermosa amiga..

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